UTECA
Conócenos Oferta Académica Campus Comunidad Blog Próximas Oportunidades +
CDMX + Querétaro + Online +
Virtual Tour 360 +
VT 360 CDMX VT 360 Querétaro
Ven y Conócenos +
Ubicación CDMX | Online Ubicación Querétaro
Comunidad Play

LA “CULTURA DE LA CANCELACIÓN” Y SUS CONSECUENCIAS EN EL JUICIO PÚBLICO, LA SALUD MENTAL Y LA IMAGEN PERSONAL

En los últimos años, la cultura de la cancelación se ha vuelto parte del lenguaje digital cotidiano. Aunque comenzó como una herramienta para exigir justicia y frenar discursos dañinos, muchas veces se convierte en un juicio masivo que ignora los matices y deja consecuencias profundas. Este artículo busca reflexionar sobre los impactos emocionales, sociales y de imagen pública que esta cultura tiene, especialmente en las nuevas generaciones que vivimos más conectadas que nunca, pero también más expuestas.

Vivimos en una época donde opinar, denunciar y reaccionar está a un clic de distancia. Lo que decimos en redes puede ser celebrado… o puede destruirnos. La cultura de la cancelación ha tomado fuerza como una forma de señalar errores, pedir responsabilidad o cortar lazos con figuras públicas. Pero también ha cruzado límites: castiga sin contexto, exige perfección y olvida que, al final, somos personas en proceso de aprendizaje.

Este artículo no pretende justificar actitudes ofensivas, pero sí abrir el espacio para una conversación más humana y consciente.

¿QUÉ ES “CANCELAR” Y POR QUÉ SE HA VUELTO UNA TENDENCIA?

Cancelar no es algo nuevo, pero en tiempos de internet se volvió viral. Básicamente, es cuando alguien —persona pública o no— es expuesta por decir o hacer algo que va contra ciertos valores sociales, y recibe un rechazo masivo. Ya sea dejar de seguirlo, boicotear su trabajo o exponerlo en comentarios y videos, el castigo se vuelve colectivo y muchas veces inmediato.  

En teoría, cancelar busca hacer justicia. En la práctica, muchas veces se parece más a un linchamiento virtual. 

El juicio social y la carga emocional detrás de la cancelación

Detrás de cada “funado” o “cancelado” hay una persona. Y sí, algunos casos merecen ser expuestos, sobre todo cuando hay violencia o discursos de odio. Pero hay muchos otros en los que no se investiga, no se contextualiza, no se da oportunidad de hablar.  

Para quien es cancelado, el impacto es fuerte:  

  • Ansiedad al abrir redes.
  • Miedo constante a hablar o defenderse. 
  • Aislamiento, vergüenza o incluso depresión. 
  • Pérdida de trabajos, vínculos y estabilidad emocional.

Y no solo afecta a quien recibe la cancelación. También cansa a quienes viven atentos a no equivocarse, a quienes participan del juicio sin sentirse mejor después. Se genera un ambiente donde nadie se siente seguro de ser imperfecto. 

REPUTACIÓN, IMAGEN PÚBLICA Y SEGUNDAS OPORTUNIDADES

Desde el punto de vista de la imagen pública, una cancelación puede dañar todo lo construido durante años. La percepción cambia en segundos, y muchas veces se vuelve irreversible, aunque haya cambios reales detrás.  

Aún así, hay casos en los que sí ha habido reconstrucción:

  • Cuando las disculpas son sinceras y sin tono defensivo. 
  • Cuando se toman acciones reales para reparar el daño. 
  • Cuando hay coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Nadie puede borrar su pasado, pero sí aprender de él. La clave está en cómo se asume el error y en qué se hace después.  

¿APRENDEREMOS A RESPONSABILIZAR SIN DESTRUIR?

Cancelar se siente fuerte. Es inmediato. Pero… ¿realmente cambia algo de raíz? ¿O solo silencia por un rato? Quizá necesitamos pasar de una cultura del castigo a una cultura del diálogo. No para justificar errores, sino para permitir que la gente se haga cargo, se eduque y evolucione.  

A veces, lo más revolucionario no es gritar más fuerte, sino saber escuchar y sostener procesos de transformación. 

La cultura de la cancelación ha sido parte de nuestra generación: la usamos, la criticamos, la tememos. Pero también podemos repensarla. Podemos exigir justicia sin caer en la crueldad, señalar sin destruir, y recordar que una red social no conoce la historia completa de nadie.

Ser responsables no es lo mismo que ser implacables. Y quizá el verdadero cambio social empieza cuando dejamos espacio para que las personas cambien también. 

Carrito de compra
Comunícate con UTECA
Teléfono - UTECA
800 368 8322
Whatsapp - CDMX
CDMX
Whatsapp - Querétaro
QUERÉTARO
Whatsapp - Online
ONLINE
Whatsapp - Educación Contínua
EDUCACIÓN CONTINUA
Scroll al inicio