¿Alguna vez has escuchado sobre la importancia de provocar gran impacto en los demás cuando deseas exponer tus ideas? El lenguaje corporal no sólo te delata cuando no te sientes a gusto, sino también puede apoyarte a expresar tus ideas de una manera más adecuada.
Sócrates y Platón ya esbozaban por medio de sus personajes la importancia del lenguaje corporal. Goethe, por ejemplo, escribió: “nada está adentro, nada está afuera; pues lo que está adentro, está afuera”.
Los estudios en comunicación humana muestran que el lenguaje verbal representa 7% del mensaje, mientras que 90% o más lo dice la comunicación no verbal, es decir, si tú crees que esa persona especial no sabe cuanto piensas en él o en ella, o que tu profesor no sabe que hiciste copy-paste, pues lamento informarte que ellos han descubierto tu mentira. Sin embargo, estos gestos o modos de hablar no los usas porque sí, algunos de ellos develan nuestros estados instintivos o simplemente son actos que heredamos o imitamos de nuestros padres. De hecho, te voy a dar un consejo: cuidado con lo que pretendas esconder porque tu cuerpo te delatará ya que siempre actúa de manera espontánea, así que, ¡cuidado!
¿En serio hay cuatro gestos básicos?
El psicólogo William James menciona que existen cuatro actitudes y posturas básicas dentro del lenguaje corporal, por ejemplo, si alguien se acerca, esto significa que la persona es amable o atenta. Si alguien tiende a retirarse, significa que la persona es tímida y tiende a aburrirse con facilidad. Si eres una persona que puede comunicarse fácilmente en cualquier contexto o situación, el psicólogo William James te diría que eres una persona segura de ti mismo (a) o podría gustarte tener el control de las personas. Finalmente, si alguien que tú conoces (o tú mismo) no suele abrirse con sus amigos o familiares, esto significa que es una persona que tiende a desanimarse y a deprimirse. Todo lo que nuestro cuerpo comunica es un símbolo de nuestro interior, así que, vale la pena observar a los demás o a ti mismo.
¡No me leas, por favor!
No importa si tu cuerpo expresa lo más profundo de tu interior sin tu consentimiento, lo que sí es necesario es que te conozcas y sepas que no hay nada de malo en ruborizarte, al contrario, es una manera de dejar que el alma y el corazón se permitan ser, mostrando aquello que nos cuesta trabajo hablar. Además, puedes poner a prueba tu capacidad de observación, no con el afán de meterte en la vida de los demás, pero sí para identificar que los seres humanos sólo intentamos aprender y reaccionar de la mejor manera que podemos, no la que queremos; ninguna es incorrecta, ninguna es correcta, sólo son formas de expresión.
¿Te animarías a observarte y sacar lo mejor de ti teniendo un lenguaje corporal más adecuado? ¿Serías capaz de tener mayor conocimiento de ti mismo y controlar lo que expresas de manera inconsciente?
*U. Ramer. Lenguaje corporal. Ediciones Sur. Chile. 1997.